Inicio Opinión ARTÍCULO DE OPINIÓN

ARTÍCULO DE OPINIÓN

por Andres Ortega

Gente pidiendo dinero

Por: Lic. Gustavo Tuston

Cuando llegué al Puyo, no recuerdo haber visto ningún mendigo en las calles de Puyo, era el año 2012. Siete años después las cosas han cambiado.

Hay prostitución que lejos de disminuir, ha aumentado en los últimos meses, acompañados de otros consabidos problemas sociales. Se ha visto personas de la serranía ecuatoriana pidiendo limosna, niños que ingresan a los restoranes a pedir explícitamente dinero a cambio de absolutamente nada y un montón de gente adulta que ingresa con caramelos y los suelta en la mesa y piden dinero. Caminan por las calles, suben a los medios de transporte, se paran en las esquinas. Son extranjeros y nacionales de otras provincias.

   Se ha dado también el aparecimiento de improvisados artistas (buenos muy pocos), fenómeno que empieza a tomar auge, lo cual no es nuevo en otras ciudades, con la diferencia de que en Puyo, algunos se han quedado y al ser una ciudad pequeña se los observa y sobretodo se los oye casi a diario y la incidencia repetitiva ya resulta molesto para muchos ciudadanos que comen en restoranes o viajan en una unidad de transporte público.

   A mediodía, que es la hora pico de la alimentación en los sitios de comidas preparadas, ingresan hasta tres de estos cuasi artistas en solo media hora y por más espíritu colaborador que uno se tenga, es incómodo estar todo el tiempo metiendo la mano al bolsillo para obsequiarles el dinero que solicitan en calidad de colaboración, todos los días, aparte de que ya se empieza a tornar en una intromisión al derecho de comer o conversar, con tranquilidad.

   No es que se tenga nada en contra de estas personas que de alguna forma buscan el modo de auto sustentarse, pero pedir dinero todo el tiempo no es una actividad productiva, por el contrario, se transforma en parasitaria y hasta denigrante. Pero lamentablemente, esa es la realidad que viven muchas personas, algunas porque en verdad no han encontrado otra forma de ganarse la vida, debido a la crisis económica y otras porque prefieren vivir de la benevolencia pública y que se quedaron allí, porque se sienten cómodos, en su zona de confort, del que no piensan salir.

  En todo caso, no sería mala idea, tomar el ejemplo de otros países, que piden licencia a los artistas callejeros a fin de que puedan realizar su actividad de manera regulada. Las nuevas autoridades en funciones, podrían tratar el tema, ya que Puyo, merece ser una ciudad ordenada que precautela el bienestar de sus ciudadanos.

Deja un comentario

* Al utilizar este formulario, usted acepta el almacenamiento y el manejo de sus datos por parte de este sitio web.