Adelaida Palomeque, una mujer con alma de hierro y un corazón que no cabe en su pecho: recuerdo como si fuera ayer, ver a una mujer robusta, fuerte, imponente, de aspecto dominante, trabajadora; paseando por la calle, una figura que a lo lejos imponía respeto, sin embargo, saludadora como ella sola, amable, cariñosa, conversona, motivadora en su rol de madre de familia, muchos maestros la recuerdan retando a sus compañeros a que sean responsables con sus hijos, a que cumplan con sus obligaciones, a ser honestos, cumplidos, justos, honrados; cualidades que la acompañaron toda su vida.
Ahora, a la edad de 91 años, el transcurso del tiempo ha pasado su factura y su lucidez, se ha esfumado como se esfuman sus recuerdos, sin embargo su sonrisa, sigue igual, sus manos generosas aún se extienden para apretar las nuestras, sus ojos todavía brillan como buscando en el infinito sus amores, sus hijos, sus nietos, su familia, sus recuerdos.
Doña Rosa Adelaida Palomeque Méndez, nació el 19 de enero de 1932, allá en el lejano Tuncay, perteneciente a la ciudad de Cuenca en la provincia del Azuay, unió su vida con Alipio Espinoza Borja, con quien formó una hermosa familia adornada con sus nueve hijos, 39 nietos 42 bisnietos y un tataranieto, quienes hasta hoy tienen el privilegio de gozar de su presencia;
hace 39 años llegó a ésta, su segunda tierra, tierra que tiene la magia de cautivar a quienes la visitan y con sus bellezas naturales las enamoran hasta que no hay mejor decisión que quedarse para siempre y así fue, su terruño fue uno de los sectores más atractivos y turísticos del cantón, San Vicente de Tarqui, la colonia Flor del Bosque se constituyeron en su nueva residencia , allí puso en práctica toda su iniciativa, toda su gana de salir adelante, ya sea cuidando ganado, sembrando caña destilando licor, en fin lo que más había es, que hacer, pero eso no era todo, también se preocupaba por el crecimiento, el desarrollo de los lugares donde vivía y entonces, salía a flote su generosidad, aquella cualidad que le permitió ser querida y respetada por todo un pueblo-
hoy, 19 de enero al cumplir sus 91 años de edad, sus amigos, aquellos con quien comparte parte de los años postreros de su vida y su existencia plena, le rinden homenaje de amor y gratitud y pedimos al creador su cuidado y protección, regalándole salud y vida para que pese a las vicisitudes por las que está atravesando podamos disfrutar de su presencia terrenal un tiempo más, felicitaciones a doña Adelaida, a sus hijos y el resto de descendencia por tener el privilegio de seguir disfrutando de su presencia, en buena hora, un abrazo inmenso de nuestra parte y que viva la cumpleañera.