“Las personas se convierten en instrumentos de las fuerzas oscuras y ni siquiera saben que se están convirtiendo en eso. Y la cura para ello es que el conocimiento reemplace a la ignorancia.” (Mark L. Prophet)
Estamos siendo testigos de la estrategia que a través de nosotros o de alguien que conozcamos se ha implementado para subvertir el orden, trastornar la paz, justificar la ideología de género o la barbarie de un aborto y no hemos estado alertas de estas estrategias para identificarlas y superarlas, primero en nosotros mismos y luego en el mundo que nos rodea.
Acaso hemos reparado en el sistema educativo que fue implantado en la década perdida para minar las conciencias de nuestros niños que hoy son ya jóvenes de 17 años o más y cuyas mentes fueron muy hábilmente trastocadas para ser hoy los adalides de ese comportamiento violento y ciego que no habíamos visto jamás.
Si bien es cierto siempre la juventud fue rebelde en pos de reclamar derechos y lograr conquistas para una convivencia más justa y equitativa, sorprende ahora que la capacidad de raciocinio parece estar ausente y solo afloren las más bajas pasiones donde no se mide las consecuencias de actos que a la vuelta perjudican a los mismos sectores a los que dicen representar y defender.
Sin duda la sociedad y en especial Latinoamérica ha olvidado atender a esos grupos rezagados que por interés de los manipuladores de cualquier tendencia los prefieren pobres e ignorantes ya que son presa fácil de sus oscuros propósitos; y en esto no hay matices ni orientaciones políticas, lo que está torcido está torcido así venga de la izquierda o de la derecha.
Reparemos entonces de que son estratagemas de los caídos queriendo conducirnos en una espiral descendente para que parezca que estamos solos y vulnerables; no lo conseguirán porque nuestra Luz es más fuerte y triunfará sobre las tinieblas de esa conspiración comunista-capitalista internacional. Foto y datos de Naranjo