La semana pasada varios dirigentes de la nacionalidad Waorani, junto con los presidentes de 11 comunidades salieron desde el interior de la provincia hasta la ciudad de Puyo, para solicitar al prefecto André Granda la continuidad de los trabajos de apertura de la vía a Toñampari, que habían sido suspendidos desde el inicio mismo del año 2023.
En el encuentro que se realizó en la Casa de la Cultura Ecuatoriana Núcleo de Pastaza, el Prefecto se comprometió a disponer de manera inmediata a la compañía contratista del proyecto el reinicio de los trabajos, vista la necesidad que tiene esta gente y sus once comunidades.
Timoteo Huamoni, dirigente de territorio de la nacionalidad Waorani, en diálogo con nuestro medio de comunicación manifiesta que continúan a la espera de que esa promesa se cumpla, ya que la vía es una necesidad y el esfuerzo no es de ahora, sino que han venido luchando por más de 30 años para que sea una realidad.
En ese sentido, se ha socializado por varias oportunidades y es la voluntad del pueblo contar con esa vía, por lo cual, como dirigentes no pueden hacer más que seguir la decisión de las bases y sobre todo las resoluciones tomadas en varias asambleas.
La carretera se hace necesaria tanto para la producción y el turismo comunitario que las familias están esperando, ya que movilizar los productos vía fluvial es muy costoso, por ejemplo, una cabeza de plátano en la ciudad de Puyo cuesta apenas $3,00 dólares, y transportarla por canoa el flete cuesta $60,00 dólares, más la carrera en camioneta para llegar a la ciudad $60,00 dólares más, llegando a un total de $120,00 dólares, lo que significa salir en contra. En cambio, con la vía, las cosas se facilitan, ya que las familias podrán comercializar sus productos en su mismo sector, sacarán a la vía sin necesidad de salir a la ciudad de Puyo.
La vía inicia desde la comunidad Nushino con un total de 30 kilómetros, pero ya el 70% ya está hecho el desbanque, lo que hace falta es muy poco y eso es lo que quieren que la prefectura culmine.
Lamentablemente ha sido otro sector, de personas que no forman parte de los beneficiarios de la vía, los que se han opuesto y han puesto un impedimento a la construcción de la vía y han logrado una acción de protección que ha derivado que se paren los trabajos. Pero ahora las comunidades beneficiarias son las que si quieren la vía y solicitan que de manera inmediata se retomen los trabajos.
La zona desde Nushino, Ishpingo y Toñampari, es muy productiva, donde se cultiva la yuca, plátano y varios productos típicos de la Amazonía.