La palabra jubilación no aparece en su diccionario de vida, en tanto que la investigación se mantiene en su lista de actividades.
Por: Gustavo Tuston
Un ejemplo de superación e inspiración a las nuevas generaciones de profesionales de la salud, es sin duda alguna la vida y legado del Dr. Hugo Oswaldo Sánchez Rodríguez, quien tuvo que superar increíbles dificultades, pero hoy en día, se siente dichoso y realizado por haber desempeñado la carrera que por siempre le ha apasionado como es la medicina, actividad que continuará ejerciendo mientras el todopoderoso le preste la vida, como manifestó en entrevista exclusiva para Semanario El Observador.
Ser huérfano desde tempranas edades no le quitó el sueño de ser profesional. Su acceso a la universidad fue extremadamente complicado por su condición económica, pero una vez que ingresó las cosas cambiaron para bien ya que gracias a sus excelentes calificaciones recibió una beca y otros beneficios.
Supera las 8 décadas de vida y aún conserva una mente lúcida, recuerda con claridad un sinfín de anécdotas, como su estadía de 1 año en Limoncocha (provincia de Napo), experiencia que la plasmó en su libro “Diario de un Médico Rural” publicado en el año 2018.
Recuerda también lo que las nuevas generaciones solo han escuchado, nos referimos a la otrora hacienda Te Zulay, a la que pudo conocer en sus años de esplendor. Ahí brindó sus servicios profesionales al personal que laboraba.
Quizás lo más importante en su carrera es el resultado del tratamiento de enfermedades a través de la aplicación de inmunoterapia sistémica. Además, tiene a su haber la investigación de las propiedades curativas de plantas como la uña de gato, mariapanga, cuyo uso optimiza el sistema inmunológico. En virus: herpes, herpes zoster, dengue, papiloma y actualmente está hallando interesantes descubrimientos relacionados a la enfermedad que azotó al mundo a partir del año 2020, como es el COVID (parte 2) del cual dijo que se trata de un oncovirus.
Ha tenido la oportunidad de conocer de cerca a varios personajes históricos de Pastaza por ejemplo a Gilberto Díaz, primer enfermero de Puyo en cuyo honor lleva ese nombre el dispensario municipal, así como de Dayuma, la primera mujer de la nacionalidad waorani en convertirse al cristianismo.
Tiene en su lista de pendientes escribir un par de libros más donde conste los descubrimientos de sus investigaciones.
CRITERIO SOBRE LA PANDEMIA
No podíamos dejar escapar la oportunidad de consultarle su criterio profesional acerca de la pandemia que a la fecha no ha sido superada por completo. Al respecto, su visión es positiva. Considera que hay un grado de adaptación del sistema inmunológico de la población a través de las variantes de la enfermedad, por eso, el virus es más contagioso, pero menos letal.
Al solicitarle un mensaje para los lectores de El Observador, recomendó que no se dejen engañar porque ha visto que la gente gasta ingentes cantidades de dinero en remedios comerciales que ofrecen mucho más de lo que realmente sirven, “el éxito de la medicina es ser eficiente y accesible” más aún con las exuberantes bondades de las plantas que existen en la naturaleza amazónica, sostuvo.
COLUMNA DERECHA REMARCADA CON FONDO GRIS
- Su camino fue difícil, huérfano desde temprana edad y nula ayuda familiar, tuvo que trabajar por un año en varias actividades, cortando caña y hasta de boxeador para reunir los 3000 sucres que en ese entonces costaba la matrícula universitaria.
- Obtuvo su doctorado en medicina y cirugía en la Universidad Central del Ecuador en el año 1971 y su posgrado en la Universidad de Florida EE. UU. en 1973.
- Fue fundador de la Cruz Roja de las provincias de Napo y Pastaza
- Profesor de la UE Nuestra Señora de Pompeya en 1978, mismo año donde contrajo matrimonio con su compañera de vida, Miryam Sanmiguel, con la que procreó 3 hijos: Hugo, Darío y Erick, de los que se siente orgulloso. Hugo sigue los pasos de su padre en el área de medicina. Tiene 2 nietos vivarachos.
- En la dedicatoria de su libro reza la siguiente frase: “A todos los jóvenes, que sienten en su alma que nacieron para ser médicos. Si tienen fe, nada torcerá su destino.”
- Al contar sus experiencias, reveló que le tocó ofrecer tratamiento médico a la nacionalidad waorani en el conocido traje típico de estos (o sea el traje de Adán), para así ganarse su confianza.
- En resumen, tiene en su haber 50 años de trabajo en las tres regiones del país, procurando tratamientos eficientes y asequibles.
(PIE DE FOTO) Momentos en que el Dr. Hugo Sánchez recibe un reconocimiento como personaje destacado en el marco de la sesión solemne por el aniversario de fundación de Puyo.