La representante de la belleza, ofreció brindar orientación a las chicas que en futuros años deseen participar en este tipo de torneos y soliciten su apoyo.
Ser candidata en un certamen de belleza, a nivel de Miss Ecuador es una experiencia única en la vida. Lo que más recuerda y siempre llevará en su corazón es la euforia de la gente que las recibió en todos los lugares donde tuvo la oportunidad de estar presente. Una cascada de energía positiva que alimenta.
Pero participar en Miss Ecuador también tiene su lado estresante, por la presión, tras bastidores. Nos confiesa que tuvo nervios y temor de sufrir algún percance como caerse y fue un reto adicional el hecho de acudir sola, lo que no recomienda, ya que lo adecuado es tener el apoyo de uno o varios preparadores experimentados en la materia.
María Belén Jaramillo, fue la única representante de la región Amazónica. Le consultamos si usó los adornos típicos de las nacionalidades ancestrales, asunto a veces respaldado, a veces cuestionado, a lo que respondió que lo pensó, pero no se dio la oportunidad debido a que a organización mantiene un protocolo con reglas estrictas en las que no estaba estipulado el uso de este tipo de accesorios, sino que debían estar prácticamente uniformadas.
Una de las anécdotas que recuerda (entre risas) es que la mayoría de las personas de la Costa ecuatoriana con las que tuvo la oportunidad de conversar, primero que nunca han venido a la Amazonía ecuatoriana y segundo, tienen la creencia de que la ciudad se inunda todo el tiempo, la gente usa taparrabos y las culebras caminan por las calles, por lo que, aprovechó para mostrarles fotos de las bellezas naturales de Puyo y también su infraestructura urbana, que aunque falta mucho por desarrollar, tampoco es como la gente de afuera se imagina.
La vida continua y lo aprendido es lo ganado, lo importante no es llevarse la corona, sino estar presente, participar, ya que ese hecho les permite a las concursantes, visibilizarse como mujer y ganar una plataforma que le abrirá puertas que serán positivas si se sabe aprovechar. Las limitaciones económicas fue una dificultad a superar, sin embargo, hubo el apoyo desinteresado de diferentes maneras de muchas personas y negocios a quienes agradece infinitamente.
Tiene muchos sueños en la vida que los piensa cristalizar en los años siguientes, asume que todo es posible con decisión y perseverancia. Semanario El Observador le desea éxitos en sus actividades y desde ya le augura que alcanzará todos sus ideales.