El mérito de Raúl Tello es la muestra que cualquier ciudadano de bien puede levantar la voz y no quedarse callado ante estos hechos de injusticia.
Su voz fue clave para que el Ministerio de Finanzas finalmente optara por la devolución de los recursos tomados de la Cuenta del Fondo Común de la CTEA y antes que feneciera la administración del gobierno de Guillermo Lasso la cuenta quedara saldada.
Está claro que, si no se hubiera reclamado, no se hubiera hecho público este hecho y nos se tomara acciones legales al respecto, quizá no se hubiera conseguido el retorno de los recursos de los amazónicos.
Los 75 millones habían salido de la cuenta del Fondo Común en el mes de junio y por el lapso de tres meses nadie dijo nada, nadie se interesó por el tema y ninguna autoridad reclamó por esto que fue un atraco a los intereses de los amazónicos.
Fue ya en el mes de octubre, cuando Raúl Tello levantó su voz y lo hizo solo, son ser autoridad, sin la ayuda de nadie y luego decidió tomar acciones concretas, porque es de las personas que cuando dice algo no solo que queda en la simple denuncia pública, sino que va más allá, al ejercicio de tomar acciones legales y en el camino se les sumaron otras personas e instituciones.
Fue una decisión valiente también al haberse enfrentado a todo un poder que significa un gobierno con todo su aparataje, con un equipo de abogados que están para defender sus intereses y que hicieron todo lo que pudieron hasta para hacer confundir al juez y hacer ver que tenían la razón, pero se olvidaban que el Fondo Común tiene una característica especial cuyos recursos no poder ser revertidos por ningún motivo.
Ahora el hecho es que a pocos días de que se dicte sentencia, decidieron la devolución de manera silenciosa de la misma forma que los tomaron. Pero la lucha no termina allí, si bien es cierto, la devolución de los recursos es fue parte de la lucha, pero el tema va más allá, se trata de que lograr dos cosas adicionales, la primera que se tiene que pedir disculpas públicas a todos los amazónicos, y segundo, que se dé la garantía de que esto nunca más volverá a suceder.
Además de ello, hay otra acción encaminada que está en la Contraloría del Estado, en donde se va a seguir insistiendo, hasta se determinen responsabilidades administrativas, civiles e incluso de tipo penal que a criterio de Tello pueden existir.
Queda también, el llamado a todos los ciudadanos a organizarse y formar veedurías si es posible, para exigir que los recursos se inviertan bien y sean destinados donde verdaderamente se necesitan.