Muchas generaciones nos quedamos sin la oportunidad que tuvieron otrora al acceder a un préstamo hipotecario por parte del IESS para adquirir una vivienda propia como era y es una aspiración de toda familia, recuerdo que con sacrificio se obtenía el crédito con plazos de por lo menos 25 años para poder calificar a la oportunidad de dotar a la familia de la seguridad de casa propia.
Que enorme satisfacción tenían mis padres de que al cabo de tanto tiempo por fin la casa era nuestra, el ambiente era casi festivo y nuestros viejos respiraban un aire de libertad y satisfacción el haber culminado su pago aunque esto había significado muchas privaciones y sacrificios.
Durante muchos años los créditos para vivienda casi desaparecieron de las políticas del seguro social, supongo yo que la institución soportó por parte de los gobiernos de turno la metida de mano a sus recursos, lo cual era muy común para salvar los ya consabidos déficit fiscales, en consecuencia no podíamos contar con esa prestación y debimos acudir a otras instituciones que tomaron a cargo ese vacío, como el mutualismo por ejemplo muy venido a menos en la actualidad.
Que importante las últimas decisiones del gobierno de impulsar los préstamos hipotecarios para adquisición de casas por parte de los afiliados abriendo el panorama incluso para los afiliados activos y jubilados así como también para los voluntarios.
El aumento de plazos y montos de las viviendas y de los porcentajes a financiar con la reducción de las tasas han despertado el interés ciudadano que se verá reflejado en la industria de la construcción que es el motor más importante para el aumento de mano de obra y por tanto del empleo que es una de las ofertas incumplidas del actual mandatario; bien por estas decisiones para retomar la senda del progreso y solucionar en algo el déficit habitacional.
Datos y foto del abogado Naranjo